A 57 años del álbum debut de The Rolling Stones: el inicio de un legado perpetuo
Un día como hoy (16 de abril), pero de 1964, el conjunto británico The Rolling Stones publicó en Reino Unido el primero de sus álbumes a través de Decca Records. Ciertamente, este material —titulado de manera homónima al grupo— no solo rindió homenaje al pasado fluyendo entre ritmos de blues y R&B, sino que también dio paso a un nuevo y brillante futuro.
Durante la primera mitad de la década de los años sesenta, los álbumes de larga duración no tenían mucho impacto a nivel comercial en la industria musical, salvo algunas excepciones. Para entonces, los LP eran en su mayoría recopilaciones de sencillos o de grandes éxitos, cuya finalidad era reforzar la popularidad de los artistas o promocionarlos en mercados foráneos.
En este contexto, es entendible que el objetivo principal de cualquier grupo no fuera grabar material para un disco de 10 canciones, sino un buen sencillo que pudiera tener una buena acogida entre las estaciones de radio y sus audiencias. Naturalmente, estos temas solían acompañarse de un lado B que contribuyera a su aceptación y, de hecho, esta fue la política inicial de Decca con The Rolling Stones. No obstante, su mánager Andrew Loog Oldham —quien posteriormente se convertiría en el productor de su álbum debut—, tenía otros planes para ellos.
Partiendo del éxito que había representado el primer LP de los Beatles, Please, Please Me, en Estados Unidos y luego de una serie de sugerencias de promotores norteamericanos, Oldham recomendó al grupo apostar por este formato para penetrar el mercado estadounidense. Si bien en Europa la industria funcionaba a base de sencillos, del otro del mundo los álbumes de larga duración comenzaban a ser una factor importante para la promoción de los artistas emergentes.
Así, el grupo ingresó al estudio durante cinco días repartidos entre enero y febrero de 1964 para grabar The Rolling Stones, con el objetivo de convertir este material en una obra con identidad propia que no opacara sus sencillos anteriores, pero que hiciera nacer otros. El resultado fue impresionante: el conjunto se convirtió en uno de los más grandes vendedores de discos en el Reino Unido permaneciendo en el número uno por 12 semanas y logrando mantenerse poco más de 10 meses en las listas de popularidad.
The Rolling Stones consta de 12 canciones, de las cuales nueve son cóvers a artistas como Chuck Berry, Nat King Cole o Muddy Waters. Estas son: «I Just Wanna Make Love To You», «Route 66», «Honest I Do», «I Need You Baby (Mona)», «I’m a King Bee», «Carol», «Can I Get A Witness», «You Can Make It If You Try» y «Walking The Dog».
Mick Jagger y Keith Richards, principales compositores de la banda, sólo contribuyeron con una canción original: «Tell Me (You’re Coming Back)», aunque en el álbum aparecen también un par de pistas acreditadas a «Nanker Phelge» (un seudónimo usado para las composiciones del grupo). El disco es un claro reflejo del la inclinación y cariño de la banda por el rhythm & blues, el género al que se orienta la mayor parte de él. La foto de la portada fue tomada por Nicholas Wright y diseñada por Loog Oldham.
La versión británica original del álbum está fuera de impresión en CD desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en noviembre de 2010, el álbum fue puesto a disposición del público en formato físico, en vinilo, como parte de un box set de edición limitada titulado The Rolling Stones 1964-1969.