Ximena Sariñana plasma su feminidad en su más reciente sencillo, «A no llorar»
Ximena Sariñana, actriz y cantautora mexicana, comenzó su trayectoria artística desde muy temprana edad, desenvolviéndose en ambas disciplinas exitosamente. En cuanto a la música, se ha vuelto un referente para la cultura latinoamericana, siendo nominada al Premio Latin Grammy múltiples veces.
Sariñana debutó en el 2008 con su álbum Mediocre, el cual obtuvo la certificación de Platino y la nominó como Mejor Artista Nuevo. En 2011, lanzó su segundo material de estudio, Ximena Sariñana, significando la adaptación de un nuevo género a su música, que incursionó de alternativa a electrónica. Tres años después estrenó No todo lo puedes dar y recientemente, en marzo de 2019, regresó a la escena musical con ¿Dónde bailarán las niñas?. Éste último ha sido descrito como un homenaje a la feminidad, dedicado a todas las mujeres que la han impactado a lo largo de su vida.
La cantante mencionó que durante los últimos años ha recibido varias nominaciones consecutivas a los Latin Grammy, con ¿Dónde bailarán las niñas? a Álbum del Año y uno de sus temas, «Cobarde«, a Grabación del Año. Asimismo, con el sencillo «Una vez más» a Mejor Canción Pop, lanzado en 2020. «Estoy muy contenta. Las nominaciones son como una palmada en la espalda de cierto grupo de colegas que reconocen tu trabajo, y siempre son bien recibidas», comenzó a explicar.
Adentrándonos en la creación de su cuarto álbum, compartió que a pesar de que no es la primera vez que toca temas de feminidad a través de su música, ¿Dónde bailarán las niñas?, ha sido el álbum conceptual más dirigido a ello, en especial en cuanto a enaltecer su propia feminidad y la aceptación total de temas relacionados con ello. «El título es una pregunta bastante importante por hacerse. Funciona como una metáfora y hace referencia a en dónde está ese lugar en donde puedes ser libre, sentirte segura, mostrarte tal y como eres, y soñar en lo que sea que quieras ser», mencionó.
Este reciente disco habla sobre la libertad de movimiento que tienen, o deberían tener, las mujeres, y es una invitación para reflexionar sobre este tema. «Con ‘A no llorar’ esta reflexión se materializa: por el tema, por la producción y por todas las mujeres que se vieron involucradas en el proceso. Para mí, toma un significado muy grande el hecho de que haya más referentes femeninos dentro de la industria de la música», añadió.
La intención de Sariñana con el nuevo sencillo fue empoderar a la figura femenina a través de la dirección de un proyecto en el cual todo el proceso, o al menos la mayor parte de él, fuera desarrollado por mujeres, interviniendo en las distintas etapas creativas: desde la escritura, composición, dirección y fotografía, hasta la designación de las regalías.
«Yo creo que en un 90% participaron mujeres. Fue un ejemplo muy grande de mujeres ayudando a otras mujeres. Me sentí increíblemente feliz y cómoda», dijo respecto a su experiencia durante la creación del sencillo. «Esto ha sido una labor muy importante. Abrir estos espacios y terminar con esa pésima idea de que no somos capaces de trabajar en armonía y en unión. Somos increíblemente generosas las unas con las otras», continuó. «El estar en un estudio en donde la mayoría son mujeres, o por lo menos que las capitanas del barco lo sean, cambia la experiencia totalmente».
La búsqueda de alianzas creativas y musicales dentro de la misma comunidad femenina es un tema importante para las figuras femeninas contemporáneas que están involucradas en este medio, y Sariñana como exponente de ello afirmó que «en la industria de la música deben haber más mujeres que puedan ser una referencia para aquellas que están preparándose musicalmente».
Trabajó la composición de «A no llorar» con Natalia Bautista, Alejandra Jiménez y Susana Isaza, y la producción con Marian Ruzzi, Paty Cantú, e igualmente Bautista. Por otro lado, el audiovisual contó con el trabajo y la visión del dúo de directoras Iglú (Magaly Ugarte de Pablo y Daniela Anelisse Rodriguez), quienes colaboraron previamente en el video de «Una vez más». El arte del visual estuvo en manos de Natalia Ramos, y la foto de portada fue diseñada por Karla Ximena Cerón.
Primeros pasos de «A no llorar»
La idea nació en un campamento al cual Sariñana asistió, buscando promover la participación de las mujeres en la industria. La inspiración fue creciendo a través de distintas sesiones, en las cuales se encontró rodeada de compositoras provenientes de distintas partes, como Colombia, Perú y Venezuela.
Una de las piedras angulares que figuraron al momento de componer fueron los movimientos feministas que surgieron en el país, y la inspiración al ver mujeres levantando la voz. «El coro lo escribí en agosto del año pasado, justo cuando hubieron muchas situaciones con los movimientos feministas en México. Yo estaba en Los Ángeles, a nada de parir, y fue cuando dije, ‘Okay, quiero reflejar esto que está sucediendo porque va muy ligado a lo que nosotras estamos tratando de lograr con la canción’», dijo la cantante con emotividad.
Esta canción lleva dos significados: por un lado, la conclusión de una relación y los aprendizajes que uno se lleva, y por otro, la importancia de abrazar nuestras emociones, aceptar nuestro dolor y no tener miedo a ser vulnerables. Es necesario abrir un espacio para que la feminidad sea aceptada y respetada, rompiendo con tabúes de no expresar lo que uno siente.
El video de «A no llorar» fue grabado durante la pandemia, muy cerca de CDMX, en un parque nacional que es un área protegida. La autora revela que el lugar no fue elegido únicamente por las condiciones de pandemia, ya que era más seguro grabar en el exterior, sino que «tenía que ver con el contraste y el espacio de libertad y amplitud» que se deseaba reflejar, y que representa una identidad importante dentro del video.
El reto musical
Nos adentramos en la construcción de «A no llorar», hablando de su composición y el proceso creativo que siguió hasta finalizarse. Sariñana respondió que el reto más grande al momento de hacerla fue uno «musical», ya que fue difícil plasmar de una manera original lo que sucede en la cabeza de varias compositoras. «Lo que tratamos de hacer a nivel musical tenía un grado de complejidad fuerte e importante, porque estábamos agarrando un trap y lo desarrollamos y transformamos para que no se quedara en un ejercicio de estilo, para que sonara a lo que yo vengo a aportar a la música», comentó.
Satisfecha de su trabajo, se explayó respecto al grado de complejidad y profundidad que dedicaron a cada sesión para fusionar diferentes ideas, sonidos y estilos. Mencionó que hubieron aproximadamente 15 versiones diferentes de la pieza, y que hasta la cuarta o quinta hubieron avances significativos, en los que únicamente se necesitaban ajustes: «Estoy muy orgullosa del trabajo que hicimos juntas. Hicimos como 15 versiones del mix, muchísima edición y tener que regresar al estudio porque pensaba, ‘este no es el sonido, no hemos terminado’. Hasta que finalmente se logró».
Asimismo, comentó que al momento de escribir el coro femenino fue cuando se concretó lo que quería transmitir con la canción: «Que no sólo se quedara en esa sugerencia que menciona la letra, ‘Prefiero haber llorado, a no llorar’, sino que la gente entendiera que también es pensando en el colectivo y lo qué somos capaces de lograr con todas estas lágrimas encausadas de las mujeres».
Respecto al proceso creativo, no hubieron repercusiones, sobre todo porque muchas de las canciones que grabó fueron escritas antes de la pandemia, durante el campamento. Además, fue una ventaja no tener la presión de irse de gira luego de su lanzamiento. «El proceso de componer siempre ha sido un tipo de aislamiento en el que tienes que mirar hacia dentro. De alguna manera, siento que los músicos estábamos mejor preparados que muchas otras personas», dijo. «Pero a un nivel personal, ese cambio tan drástico de cómo funcionábamos, y sobre todo ver tanta tragedia a nivel mundial, y cómo nos cambió, es algo que vamos a estar escuchando en la música durante mucho tiempo, y tendrá un impacto a largo plazo», continuó.
Ximena Sariñana en el activismo
Ximena no sólo es un referente femenino dentro del medio musical, tambien ha utilizado su voz para causas sociales en las cuales ha participado como activista, siempre enalteciéndose como mujer. Fungió como vocera de la campaña #JusticiaSinDiscriminación y como la primera embajadora de Buena Voluntad para ONU Mujeres México. Ahora, parte de las regalías obtenidas con «A no llorar», serán destinadas a la Fundación Crescendo con la Música, creada por el pianista, y amigo de Ximena, Jorge Viladoms.
«En este caso, el objetivo es ayudar a niñas y niños a que tengan acceso a educación musical de calidad. Y no sólo es positivo para la música, sino para la formación como seres humanos», comentó.
La idea de destinar las regalías a una fundación surgió de cómo se creó la misma: «Sentíamos que no estaba completo el proceso sin que hubiera un impacto positivo que la canción pudiera generar. A mí se me ocurrió, que para incentivar la presencia de mujeres en la industria de la música, hay que empezar desde la educación. Fue entonces que pensé en la fundación de mi amigo Jorge y me puse en contacto con él».
Sariñana expresó su apreciación por la música, en un sentido más amplio que el artístico, como objeto social y como medio que encausa, motiva y/o cambia a las personas. «Creo fervientemente que la música es un ambiente en donde se promueve, en su naturaleza, la igualdad. Porque no importa de dónde vengas, tu estatus socioeconómico, tu preferencia sexual o tu género, sino qué tanto tiempo le dedicas a tu instrumento y lo que tengas que decir, y que estés conectado con ello», expresó. «Esa es una enseñanza muy valiosa para los niños y las niñas. Que no importa mas que tu capacidad para lograr lo que te propongas».
Concluimos la entrevista hablando de los futuros proyectos de la artista, quien confesó que tiene preparada mucha música nueva y colaboraciones, además de que espera poder preparar un show en vivo muy pronto. «A no llorar» forma parte de su próximo material discográfico, el cual aprovechó para grabar desde el año pasado.
Escucha «A no llorar» a continuación: