La economía mexicana se encuentra inmersa en un estancamiento que tiene varias causas internas, como son la caída en la inversión tanto pública como privada, la debilidad del Estado de derecho, que incrementa la incertidumbre, así como la violencia que afecta a distintas partes del territorio nacional y otras causas más.
Adicional a lo anterior hay una coincidencia de muy diversas crisis en el entorno internacional que nunca había visto y que perjudica el desarrollo de los países, incluido México. En otras épocas se tuvieron crisis bancarias o de elevada inflación, inmobiliarias o de elevados niveles de endeudamiento, pero en este momento hay una gran cantidad de diversas crisis que afectan al mundo de manera simultánea. Adicional a esto, la solución para resolver algunas de ellas son con frecuencia la causa de otra crisis en otro sector o región.
Entre las principales crisis que enfrenta el mundo y en consecuencia tienen un impacto negativo en México están las siguientes:
1) Creciente inflación en la gran mayoría de los países desarrollados, lo cual dificulta el correcto funcionamiento del sistema de mercado y la correcta asignación de recursos.
2) La desaceleración de las economías e incluso recesión en varios casos, como ya sucede en Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Chile, Hong Kong, y otros que registraron datos negativos del PIB en el trimestre pasado.
3) La pandemia provocada por el Covid, que no ha podido ser controlada en diversos países, perjudicando los procesos productivos y el abastecimiento de insumos en numerosas industrias y áreas del planeta.
4) La elevada deuda, tanto pública como privada a nivel global, cuyos datos son muy preocupantes. Se calcula que la misma representaba 200 por ciento del PIB global en el año de 1999, subiendo a 350 por ciento en 2021 y ahora llega a 420 por ciento en las economías desarrolladas y a 330 por ciento en China. Cuando las tasas de interés eran cercanas a cero por ciento, su pago no era significativo, pero con el actual incremento de éstas, su servicio es impagable para varias empresas y gobiernos.
5) El proceso de globalización se ha frenado y en varios casos se está revirtiendo, como resultado del incremento del riesgo político en diversas naciones, lo cual encarece los procesos productivos con su impacto en inflación y empleo.
6) El menor crecimiento de la población en los principales países desarrollados, lo cual modifica la pirámide de edades, agravando el problema del fondeo de las pensiones y reduce el consumo y la oferta de trabajo. Ya son varios los países que tienen nacimientos por debajo del número de decesos, lo que significa reducción neta de la población.
7) Brinco generacional, en el cual la mayoría de la población es joven y no vivieron en periodos de elevada inflación y recesión, por lo cual desconocen los riesgos económicos que el nuevo entorno tiene.
8) Revolución tecnológica, que al igual que la Revolución Industrial del siglo XIX, transforma de manera radical los procesos productivos, dejando a amplios sectores de la población en el desempleo o con trabajos de muy baja productividad y por ende de bajos salarios.
9) Revolución educativa en varios países, que permite que su población pueda integrarse al nuevo entorno productivo, por lo que pueden beneficiarse del nuevo entorno.
10) La invasión de Ucrania por parte de Rusia, que reaviva la Guerra Fría de la segunda mitad del siglo pasado.
11) La crisis inmobiliaria, de deuda y la provocada por el Covid en China, que cambia su rol como motor importante del crecimiento global.
Adicional a los anteriores existen diversas crisis políticas y sociales en el mundo que tienen un importante impacto en nuestra economía. Es posible corregir cada una de las anteriores de manera individual, pero al ocurrir de manera simultánea, es mucho más difícil. Por ejemplo, el bajo crecimiento económico se puede enfrentar con políticas monetarias y fiscales expansivas, pero en el actual entorno hacer esto empeora el problema inflacionario; como sucedió en Inglaterra hace algunos meses, cuando la entrante primera ministra anunció reducción de impuestos creando así una grave crisis financiera e incluso política.
Hay que enfatizar que cada una de las crisis enumeradas anteriormente que afectan al mundo, también ofrecen una gran oportunidad a México, ya sea por su ubicación o por sus recursos naturales, por el tipo de población que tiene o por su clima y por otros muchos factores. Sin embargo, para aprovecharlas se requiere toda una estrategia que involucre tanto al sector privado como al público.